La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


Entretenido.

Sí, la verdad es que yo lo calificaría como entretenido, a secas. Yo cuando empecé a leerlo me fascinó porque me mostraban varias cosas de Lisbeth Salander, un personaje que me fascinó desde el primer momento por su personalidad egomaníaca, que ni siquiera podía imaginarme.

El argumento es sencillo: Lisbeth Salander, con una bolsa enorme de dinero repartido por varios bancos, decide irse de Suecia y se marcha a diversos países donde se pega la buena vida bajo la identidad de Irene Nesser, aficcionándose a los complicados acertijos matemáticos. El caso es que mientras tanto, Mikael Blomkvist, que no se rinde en su intento porque Lisbeth le vuelva a dirigir la palabra, empieza a colaborar con Dag y Mia Svensson, los cuales están haciendo un reportaje sobre tráfico de mujeres.

El problema es que cuando Lisbeth vuelve a Suecia, ordena su vida y decide gozar de una intimidad merecida y bien pagada, de pronto se ve envuelta en un auténtico caos mediático que la apunta como la principal sospechosa de tres asesinatos, desvelando todos sus secretos a los cuatro vientos.


Ahí es donde creo yo que se alarga el autor. Es decir, todos los que han leído a Stieg Larsson saben que el tipo siempre mete 100 páginas por el medio que podrían ser absolutamente eliminadas sin que esto hiciera otra cosa que a contribuir a no aburrir al lector. Al final tuve que tirar de mi fuerza de voluntad para no abandonarlo, y el final me decepcionó. La adaptación cinematográfica seguro que es genial, pero a la hora de venderlo, yo no pagaba los 22,25.

Podéis descargarlo, de cualquier forma, de aquí. Gracias a Pordescargadirecta!





Así que bueno, si lo habéis leído animaros a comentar qué os pareció! Desmotrad que juntos podemos acabar con el Rey de los RSS!!!

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