1984... te vigilan!


1984 es esa intranquila obra de George Orwells que siempre está en la lista mental de los grandes lectores. Pero, una vez la has leído y has terminado de paladear la intranquilidad y el miedo que el autor refleja, te das cuenta de que no es tanto lo que dice como lo que siente cada pedacito del texto.

El argumento es el de toda una obra de Ciencia Ficción bien planeada. Tenemos un mundo futuro en el que los países se han unido en tres grandes potencias: Eurasia, Asia Oriental y, nuestra protagonista: Oceanía. La riqueza es, por tanto (y discutiblemente) algo superado por estos grandes países puesto que al abarcar tantísimo territorio pueden conseguir recursos de un lado o de otro. Esto provoca que la tecnología se desarrolle hasta el punto de que la riqueza deja de ser algo difícil de conseguir. Es más, los países son tan riquísimos que van a caer en una utopía igualitaria de riqueza... algo insostenible para las clases altas, que no quieren verse atrás.

Está claro, desde el principio de los tiempos, cuando satisfaces las necesidades básicas de los hombres estos comienzan a dejar de fijarse en cosas simples para desear competir con los altos, para fijarse en la cultura y dar paso a objetivos más elevados. Sin ir más lejos, en la Edad Medieval, cuando la burguesía ascendió gracias a la riqueza, comenzó a acceder a la cultura y, más tarde, a decidir entrar en la política a base de matrimonios o revoluciones. Mientras tanto, los campesinos cosechaban como podían y se preocupaban en vivir hasta los 30 años.

Mi profesor de filosofía siempre ponía este mismo ejemplo: coge a un hombre terriblemente sediento y colócalo en el desierto. Después de mucho vagar, medio muerto, desesperado, llega a una catarata de gran belleza en la que hay un estanque de aguas cristalinas y mujeres bellas semidesnudas. El hombre, por instinto, lo primero que hará será tirarse al estanque a beber todo lo que pueda y refrescarse. Y sólo cuando tenga el buche lleno y esté absolutamente refrescado y tranquilo, percibirá la belleza del paisaje.

El libro de 1984 se basa en esa hipótesis y afirma que, como los altos mandatarios de los países quieren seguir siéndolo (ya no por la riqueza, sino por el poder en sí mismo) restringen absolutamente la libertad de los medianos y los bajos para poder controlarlos al 100% y ejercer su tan placentero poder.

En 1984 está el fenómeno de las Telepantallas. Eurasia vive bajo la figura del Partido, gobernada por el Gran Hermano. Aunque este no es un sistema político real, se parece terriblemente al comunismo ruso (y más si tenemos en cuenta que el escritor lo vivió en la Guerra Fría). Todos los miembros del partido se desnaturalizan hasta el extremo: no tienen ropa más que un mono de trabajo del color de su clase social. Tienen que llamar a todos "camaradas" y el apetito sexual es educado desde el principio para que el sexo sea sólo algo indeseable y obligatorio para darle herederos al partido.

El protagonista vive bajo la tensión de su Telepantalla, por la cual emiten propaganda política las 24 horas del día, sin posible control por su propietario, y por donde le vigilan y le escuchan. Winston tiene especial miedo de la policía del pensamiento, psicoanalizadores expertos en sacar traiciones mínimas de descontento o tristeza contra el partido para poder torturarlos con gusto.



Pero ¿qué es lo que hace al libro tan socorrido hoy en día para criticar a los medios de comunicación? Pues, está claro, el control de las telepantallas y la vigilancia hacia los miembros del Partido. El mensaje está claro: en un país enorme donde es imposible que entre información del extranjero y donde el gobierno manipula cada mínimo detalle digital (o incluso de papel ya que los destruyeron todos en la Revolución) para que nada sea érroneo, no halla datos tristes ni nombres de revolucionarios o sencillamente cosas que pudieran perjudicar al partido, el control es absoluto. Es tan grande el control que ejercían sobre las mentes puntillosamente educadas hacia el Partido, que los hijos denunciaban a sus padres, no había libertad de ningún tipo y que por cualquier cosa uno es absolutamente torturado y asesinado impunemente. Eran capaces de cambiar algo tan evidente como el enemigo contra el que estaban en guerra y contra el que espoleaban todos los días a los miembros del partido (para dirigir su odio contra otra cosa que no fueran ellos) mientras estaban en mitad de un anunciamiento político.


Y el planteamiento es este: qué pasaría si los medios de comunicación se hacen lo suficientemente fuertes como para no permitir el paso de otra información y nos lavan el cerebro a todos? Qué pasará cuando el gobierno decida vigilarnos permanentemente y sin previo aviso por "nuestra protección"? Pues que el ser humano se pudrirá, según George Orwell. Y hay muchos que ven muchas semejanzas entre 1984 y hoy. Y tú, ¿te sientes vigilado?



Aquí podéis descargar en ebook 1984. Gracias quedelibros.com!


1984 ha generado una serie inmensa de inspiraciones para películas como Equilibrium o el famosisímo anuncio de Apple en la SuperBowl.

0 comentarios:

 
I will work for food © 2012 | Designed by Cheap TVS, in collaboration with Vegan Breakfast, Royalty Free Images and Live Cricket Score