Los mejores anuncios del mundo son aquellos que te sorprenden hasta el punto de que siempre los recordarás. No llega sencillamente con hacer un casting entre 32 modelos y contratar a una afamada productora que tenga varios millones en las manos. A veces, las producciones más baratas y simples son las que consiguen dar con su público, y otras veces son los sustos y el desconcierto el que hacen que recordemos para siempre la marca.
Conmigo han funcionado. ¿Quieres intentarlo?
El exorcista
Dime vaquero - Completamente diferente al anterior pero aún así brutal el final
El vaquero sobre el unicornio rosa
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