Piratas del Caribe 4 y cómo destrozar una saga

4 / 10

Acabo de salir del cine e incluso me costó quedarme hasta el final de los créditos para la escena inédita. La verdad, la presencia de los españoles en una peli de este estilo ya me escamaba un poco (por eso de que nos ponen violentos, analfabetos, retrasados y carentes de cualquier tipo de buena virtud) pero a pesar de que no hicieron nada que fuera "terrible" algunas cosas me dolieron en el alma.

Para empezar la actuación de Penélope Cruz. Vale, que la chica estaba embarazada y lo que quieras, pero su gama de gestos faciales no pasaban del ya mil veces interpretado papel de: chica pasional que ama y odia al mismo tiempo. El problema es que la femme fatale es un concepto muy usado y avinagrado, y a veces es preferible algo más sencillo como el simple odio o la simple admiración si vas a dejar al personaje tan superficialmente construido.

El argumento, malo de narices. Parecía un capítulo de alguna serie antigua de Tarzán que tu padre te pone por las tardes cuando estás aburrida de tu vida y sólo quieres ver la televisión y olvidarlo todo. Pero esta es incluso peor: un concepto tan manido como la búsqueda de la fuente de la eterna juventud, con unos personajes tan cutremente desarrollados y, cómo no, la aparición de los monstruos de turno: marineros zombies (no, no me lo invento) y sirenas (¡qué original!). Aunque que conste que lo de las sirenas me gustó (pero era sólo porque chicas guapas se asomaban a cantar y luego se comían a los hombres).

Tanto Jack Sparrow como Barbossa no parecen disfrutar sus papeles. Los efectúan sin gracia ni chiste, siguiendo una coreografía mil veces repetida en las anteriores sagas. Porque tengo que decirlo, la pelea sobre las vigas, los toneles, el jueguecito de espadas con vigas de madera de por medio y los desequilibrios en un barco flotante los hemos visto ya tantas veces en las sagas anteriores que ahora el reciclaje produce arcadas de aburrimiento. 

¡Y el argumento era super predecible! Ni Barba Negra da miedo, ni parece malvado, ni emociona la actuación del joven-rubio-guapísimo-que-es-un-beato. Se nota que es una burda sustitución del Will Turner más básico de la primera peli.

¿Qué más me queda? Ah, sí! Estaban los que se quejaban de que el embarazo de Penélope Cruz iba a provocar que ella sólo saliera en planos medios y que eso iba a comerse toda la buena escena de la peli. Pero no, creedme que después de ver esos efectos especiales tan cutres y esas muertes prematuras del staff como si fueran moscas, el estado de Penélope no tiene nada que ver.

Y el doblaje... bueno, la sirena tenía una voz tan triste como fuera de lugar. Parecía que querían mantener su voz original española, pero sinceramente... mientras la peli está grabada en estéreo, ella parece grabada en mono ralentizado.

¡Fin de la crítica! ¡Feliz ataque del merchandising de la peli y sufrid los intentos de vuestros amigos por arrastraros a verla! Verdaderamente es cutre... cutrísima.

¡Y los chistes son pésimos!