Madmen

Madmen, primera temporada.

¿Capítulos? 13. ¿Temática? Años 60 alrededor de una agencia de publicidad. ¿Diversión? Relativa.




Podría decir que me he visto los 13 primeros capítulos porque me gusta mucho la publicidad y porque quiero, definitivamente, dedicarme a ella. Sin embargo, el guionista de los soprano (que es el mismo que el de esta serie) siempre me ha parecido demasiado lento para mi gusto. La cámara se mueve bien y tiene mucho trasfondo todo de lo que hablan los personajes. Realmente te quedas con una idea certera y profunda de la mentalidad de la gente de los años 60. Pero divertirme? Divertirme, lo que se dice divertirme... no, no mucho.

El argumento es simple. Donald Draper es un alto ejecutivo dentro de Sterling Cooper, una agencia de publicidad de Manhattan. A su cargo tiene a un montón de personajes que van desarrollando sus vidas, como la nueva secretaria, Peggy, que cualquiera me perdonaría si digo que es feisima (dios, fea no, feísima!) o incluso su mujer, la cual es la perfecta esposa de los 60 con una crisis nerviosa por culpa de ser tan perfecta.

El caso es que cuando salta la liebre (es decir, cuando intentan darle gancho a la historia) es con el pasado de Don (no os estoy spoileando, sale al principio). Porque Donald Draper... ¡no es Donald Draper! De hecho es un tal Dick, pero ya se irán revelando cosas (que ni siquiera son emocionantes)



En conclusión. Una serie afamada por su perfección histórica, ha ganado 2 globos de oro y 6 Emmys y está creada por Matthew Weiner. Pero a mí, hay que decirlo todo, no me entretuvo mucho.

La descargué de aquí, por si alguien le apetece verla.