¿Entretenida? Ciertamente. ¿Desconcertante? Cómo no.
La piel que habito, la última película de Almodóvar es de lo poco que merece la pena ver del cine en estos momentos. Quizás fue que estaba cansada, que deseaba ese momento de sentarme frente a una pantalla como agua de mayo o que la Coca Cola estaba excesivamente buena... el caso es que la piel que habito, me encantó.
Es, como se suele decir, una almodovardada: no se pueden resaltar sus cámaras y su iluminación y aunque se nota que se ha hecho un esfuerzo por crear planos que desconcierten (que lo hacen) no es ese el aspecto que hace a esta película trascendental.
Es esa sensación que se te queda cuando todo lo que tu habías absorbido desde el principio de la película da un giro de 180º y cambia brutalmente ante tus ojos para después, volver a cambiar, cambiar una vez mas y dejarte perpleja frente a la pantalla del cine, con los ojos y la mandíbula desencajada y murmurando: ¿cómo?
No acabas de decidirte entre si es una payasada, un chiste de mal gusto o una obra maestra sobre la venganza.
La historia trata sobre Robert, un cirujano plástico especializado en la piel que tiene un pasado tremendamente oscuro. Mientras experimenta para crear una capa de piel que proteja a los humanos de las quemaduras del fuego, tiene encerrada a una mujer en una habitación de su casa, sin permitirle salir en ningún momento.
Elena Anaya (impresionante y deliciosa actriz) es la mujer encerrada en la habitación de arriba, Vera, la cual guarda a su mismo tiempo un terrible secreto y que hace de cobaya humana forzada para este desquiciado y terrible doctor.
Aunque en mi opinión podrían haber cortado el final un poco antes, la película oscila entre la fantasía más brutal y el costumbrismo más español. Almodóvar, sin cortarse un pelo, mezcla sus famosos desnudos con exquisitas obras de arte refinado. Pone, al mismo tiempo, a personajes tan trabajados y cuidados como la exquisita dualidad de Vera con Seca, un portugués disfrazado de tigre que es más bruto y baboso que un rinoceronte en celo.
El caso es que La piel que Habito es, en mi opinión, una película complicada, retorcida y llena de pequeños detalles que te harán quedarte perplejo donde la venganza se trata desde una óptica ciertamente peligrosa.
¡100% recomendable! ;D El reparto es buenísimo (Antonio Banderas lo borda!) y la transgresión propia de Almodóvar vuelve tras haber estado desaparecida en sus anteriores películas.
Tu critica esta muy bien y agradezco mucho la referencia, que de otro modo me seria inasequible, pero me resulta desconcertante... ¡No se si no verla es positivo para mi salud mental o si implica perderme una obra de arte memorable! Viendola; ¿Sentiré miedo y asco, y fascinación? o por contra se hace agradable, aun con todas esas tetas y galimaticas, con todo ese Leitmotiv de la venganza?
probablemente me quede en casa con la mantita...