Festival de Ortigueira - Guía ilustrativa.

No podía ir a un festival de esas dimensiones sin pararme a explicaros cómo va la cosa, por si alguna vez algún internauta duda sobre si ir o no o por si necesitais información.

Para empezar, cómo llegar a Ortigueira.

Hay varias formas: a pie, que es la menos cómoda de todas y que personalmente no he probado (ni probaré), en coche y después, la nuestra! la de los estudiantes! Podéis probar a coger un tren que vaya hasta Ferrol y desde allí tomar un autobús que os lleva directamente a Ortigueira. Durante el festival habilitan muchísimos autobuses para ir hasta allá así que no habrá ningún problema con llegar. Esa es la opción más coñazo por los trasbordos pero, sinceramente, la más barata. También podéis iros de maharajás (como hicimos nosotros) y coger un autobús directo desde A Coruña hasta Ortigueira de ida y vuelta. El precio es de, aproximadamente, 20 euros.

Una vez lleguéis al pueblo de Ortigueira (muchísimo más bonito que Ferrol, sin punto de comparación) tenéis varios supermercados señalizados por una marabunta de gente en la puerta haciendo cola incluso para entrar. El primero que os encontraréis será un supermercado local de marca irreconocible. Su especialidad es el vino barato, pero suben demasiado los precios aprovechándose de su situación y de las fechas. La mejor opción es tirar, en línea recta (sin pérdida) un poco más allá hacia un Dia donde, aunque se les acaban pronto los suministros, al menos no se aprovechan!

La fiesta fiesta, es decir, el camping gratuito habilitado por el ayuntamiento, está a 30 minutos a pie del pueblo hacia abajo. Es una matada con el calor y las tiendas de campaña Quechua a la espalda, así que lo mejor es coger uno de los autobuses gratuitos "Servicio Playa" del Ayuntamiento que paran justo enfrente de la estación de trenes (edificio amarillo); suelen ser autobuses cutres, blancos y llenos de gente a rebosar.

Ahora la realidad! El festival es, en sí mismo, un hervidero de "Perri-flauticos", hippies de todo tipo y otros Punks extraños amantes de Reggae y de la música House. Normalmente el campamento se organiza por zonas sin marcas: la zona donde ponen rock (el césped al lado de la carpa principal), la zona de la música independiente o la de reggae (que es el monte, un lugar terrible para acampar porque hay muchísima paja, pendiente y no tienes vecinos con los que charlar!) Para mí la mejor opción es en el césped. Que por cierto, prácticamente sólo había tiendas de campaña Quechua, lo que dice muchísimo de la comodidad de la gente! (Tenéis una imitación de las Quechuas en Carrefour por precios muy bajos, entre los 20 euros para 2 personas y hacia arriba).

¿Qué más? ¡Ah. sí! La playa está muy cerca del campamento. A 4 pasos vamos. También hay dos zonas de baños: la que está frente a la carpa principal, que tiene duchas habilitadas con puertas y la que sigue el paso de madera, al lado de donde acampa la mayor parte de la gente. Suele haber muchísima cola pero las limpian a menudo a tiro de manguera y lejía pura, así que no dan tanto asco como deberían (aunque yo me encontré... me encontré... /trauma, trauma/ ). Bueno! También hay duchas sin puertas ni pizca de intimidad, por lo que siempre es bueno llevar bañadores.

Los puestos de los hippies son verdaderamente geniales! Mientras vas internándote en su mundo de collares, abalorios, trenzas de cuero e hilo, rastas, ropa de segunda mano a precios irrisorios, collares, malabares, ropa traída de varias partes del mundo y divinidades del tipo de: cerveza helada a 1 euro (gloriosa!) y comida, te encuentras con lo más sorprendente de todo: el hervidero de la droga más descarada del mundo! Veamos, había puestos con carteles que ponían: ¡¡Empieza bien el día!! Desayunos alucinógenos : 5 euros. Por no hablar de la chica que pasaba gritando: OPIO! OPIO! OPIO FELIZ! Acabó dirigiéndose a un amigo mío y le dijo:

- Tú tienes pinta de que necesites el opio.
- No, es que el opio me parece muy heavy.
/Reacción de sorpresa exagerada/ - No! Tío! Eso son prejuicios! El opio es la mejor droga del mundo! Nos hace a todos iguales. No tiene ni subidas ni bajadas, sino que es siempre genial!

Había cartelitos del tipo de: pasteles de maría, LSD, Coca buena y barata por gramos, heroína, galletas mágicas, pastelitos felices y, cómo no, las setas! Creo que no vi tanta demanda de setas alucinógenas en mi vida!

El caso es que la gente no está nada mal. Es decir, por cómo lo pinto parece un hervidero de navajazos y yonkis pero...bueno, yonkis sí que hay, pero la gente es muy simpática, todos se preocupan por todos y cuidan de los, al menos, 50 perros sueltos que hay por ahí huyendo a toda pastilla del primero que les llama. ¡Ah! Hay muchísimos puestos de comida baratísima allí, aunque yo recomiendo encarecidamente un camping gas y una sartén!.



Los conciertos de folk están en el pueblo. Están verdaderamente bien. El festival son 4 días pero el sábado es cuando mejor están, la verdad. Si no queréis esperar y estáis hasta las narices o vuestros colgeas os chafan la fiesta y quieren volverse el sábado por la tarde, el único autobús que pasa es uno a las 20:20 y... suele llegar tarde en un margen de entre media y una hora.


¿Indispensables? Pues para mí es imprescindible una toalla, bañador, ropa abundante para cambiarse, calzado cómodo (yo de tonta llevé bailarinas y tuve que comprarme unos crocs falsos en los chinos por 5 euros que, eso sí, me salvaron!), un camping gas y una sartén si no queréis dejaros mucho dinero y, en mi opinión, siempre estaría bien una neverita (que se echa muchísimo de menos!), linternas y, a poder ser, una mesa y unas sillas. Además debéis tener en cuenta que pasaréis mucho tiempo sin tener cosas que hacer (por las tardes, véase) así que lo mejor es llevar a mucha gente, juegos de cartas, malabares o cualquier cosa que podáis hacer. En la playa no tiras 6 horas, os lo digo yo.

Por el resto, está muy bien. La gente iba preparadísima. Hasta unos se llevaron una mesa de mezclas (los que teníamos detrás). Había gente de todas partes y, la verdad, es que me divertí el tiempo que estuve ocupada. El año que viene pienso ir a montarme un puestecito genial: pizzas, pasta o incluso agua fría. Fijo, pero fijo, que me forro!

Las fotos del post las hice a lo loco, así que no me critiquéis mucho ._.